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Campaña: Cuba Contra el desalojo


logo1La política del desalojo en Cuba es una política de Estado. Más de 2000 casos han venido registrando organizaciones observadoras del comportamiento de los derechos humanos en la isla, entre el 2011 y el 2013.

En el caso de Cuba, las políticas de desalojo son de naturaleza antisocial, como sucede en el Brasil contra el Movimiento Sin Tierra, y contrario a las políticas sociales de un país como Chile que legaliza y da créditos a su movimiento de Okupas. En Cuba la política del desalojo está dirigida contra quienes, en ausencia de políticas que proporcionen viviendas a sectores populares, recurren a medios y ocupan espacios para procurarse un techo para sí y sus familias. Un caso singular en  Cuba y que llama la atención en este sentido es el de la activista y Dama de Blanco Yurleany Tamayo Martínez.

Esta política de desalojo corre pareja a las políticas de reparto de propiedades o de construcción inmobiliaria para los sectores de la élite del poder, y para la nueva clase de residentes extranjeros que se asienta en la isla.

Es llegada la hora de reactivar una Campaña Nacional contra el Desalojo, iniciada ya en 2009, con el movimiento Los Sin Casa, por la Corriente Martiana y el proyecto mediático Hablemos Press.  Nuevo País y el Proyecto Violencia Cero, que anima la Plataforma Femenina van a reemprenderla,  invitando a toda la sociedad civil, y a organizaciones sensibilizadas con estos temas en el exterior,  a que apoyen y se sumen a este esfuerzo.

Para nosotros es un tema sensible y vital porque esta política de desalojo va dirigida precisamente ahora contra  Odalys Fernández Quesada y Gloria Llopis Prendes, dos activistas de la Plataforma Femenina Nuevo País y del Proyecto Violencia Cero, que han dedicado sus mayores esfuerzos a defender a familias víctimas del desalojo, principalmente personas negras, y a documentar casos extremos.

Ellas son dos profesoras ejemplares y activistas, que resultan molestas a las autoridades por su fuerte compromiso social con los de abajo cuyas voces no son escuchadas.  Ahora se enfrentan al peligro de la violencia, del corte de los servicios de electricidad y al de ser despojadas, junto a sus familias, que incluyen niños pequeños, de unos hogares que han edificado en el municipio Batabanó por cerca de 14 años.

Ellas parecen las primeras y nuevas víctimas de un viejo principio: las casas del Estado son para los «revolucionarios».

Ellas han sido declaradas ilegales bajo resoluciones anticonstitucionales e inaplicables, como de hecho ha sucedido históricamente en muchos lugares desde 1985, año en el que se emitieron resoluciones regulatorias de tipos de vivienda en Cuba, en un país donde la posibilidad de contar con espacios habitables ha dependido siempre, y con escaso éxito social, del Estado.

Y ellas y sus familias necesitan de todo el apoyo: de la sociedad civil cubana, de organizaciones feministas en el mundo, de gremios y sindicatos de maestros y profesores, y de organizaciones  y personas sensibilizadas con los derechos humanos.

Apoyándolas ahora, estaremos apoyando a todas las víctimas presentes y futuras de la política del desalojo.

Grabe la etiqueta #CubaContraelDesalojo,  y hágala correr por las redes sociales. La reactivación de esta campaña, con los rostros de dos familias cubanas, trabajadoras y humildes, comienza ahora como propósito necesario para devolver la sensibilidad a la sociedad cubana.

Plataforma Femenina Nuevo País


nuevo país

La situación nacional que enfrentamos las mujeres en Cuba es hija de siglos razonamientos machistas. Coincidimos en que el caudillismo y la violencia, dos de los grandes males que nos afectan como nación, nada tienen de femenino. Creemos importante entonces que, para transformar la naturaleza del poder y de las relaciones sociales en nuestra sociedad, es necesario recorrer el camino de forma diferente a como se ha hecho hasta ahora. Para ello es imprescindible incorporar decididamente nuestra propia visión del mundo.

La historia nos ha hecho relevantes las anécdotas de mujeres que tienen comportamientos a la altura de las expectativas machistas. Pero no se nos hace justicia otorgándonos sólo el derecho de entrar en la historia y en la vida social y política de la nación a partir del paradigma impuesto por los hombres.

Con el proceso político iniciado en 1959 se dan las condiciones relativamente efectivas para nuestra emancipación. Muchas tenemos hoy un status importante en la sociedad y emergemos como profesionales en diversas esferas de la vida social. Sin embargo, la propia estructura originaria de ese proceso limita aquel impulso emancipatorio. Como hecho que se origina en un acto bélico, la entonces revolución otorga a las mujeres, identificadas con ella, un rol de retaguardia en la consecución de sus fines. En este sentido las mujeres actuamos como asistentes en el proceso real de toma de decisiones fundamentales. El poder político no incorpora nuestra propia visión para establecer las  líneas maestras que rigen la sociedad.

El desencanto generalizado de muchas de nosotras hacia la política y el trabajo cívico expresa las inconsecuencias del intento de emancipación otorgado por los hombres. Estos desencantos se recrudecen por la precariedad de las asociaciones de mujeres independientes, con agenda feminista, distintas de la única organización permitida que responde a los diseños e intereses del Estado-partido en Cuba, y que no respalda las más genuinas demandas ni se identifica con los conceptos de las diferentes olas del movimiento feminista mundial.

La militarización de la sociedad cubana constituye otro proceso que potencia el rol masculino en la sociedad, en detrimento de los roles propios de las mujeres que nos identificamos con las concepciones feministas. El feminismo más genuino no solo se opone a la guerra sino que busca la desmilitarización de la sociedad.

Las condiciones hoy existentes en nuestro país están llevando a las mujeres cubanas a aquellas realidades históricas anteriores que trabajosamente se iban superando. Las carencias materiales en la sociedad reflejadas directamente en el hogar, la ausencia de condiciones para el cuidado primario de los hijos, la violencia estructural que va descomponiendo nuestros códigos y valores sociales, la violencia doméstica e intrafamiliar, la pérdida de la autoestima, especialmente de las más jóvenes, y el retorno explícito a un machismo arcaico afectan con particular virulencia nuestras posibilidades para una sistemática y emancipada participación en la modernización de la sociedad.

El retorno de estas realidades constituye, no obstante, una oportunidad crítica para constituir una organización femenina, entre las existentes, con una agenda autodefinida desde y por las mujeres. Pese a que Cuba cuenta con un feminismo intelectual de ricas perspectivas, son débiles las plataformas que integren a las mujeres, en toda su pluralidad, desde abajo y en la sociedad a una propuesta social que le proporcione suelo y fuerza a nuestras demandas y al debate social sobre nuestras ideas de qué y cómo se debe transformar la sociedad cubana. Somos las grandes perdedoras dentro de la actual dinámica de cambios en el país, y nuestras necesidades y agendas no se han introducido en el limitado debate social hoy existente.

La Plataforma Femenina Nuevo País se constituye como una organización moderna, progresista y con una agenda feminista actualizada para responder tanto a las necesidades institucionales del debate actualizado sobre temas de género, como a la creciente demanda de muchas mujeres en Cuba para crear organizaciones de origen, formato y concepción diferentes a la oficialista Federación de Mujeres Cubanas, ajena esta ultima a la deliberación y a las problemáticas del sujeto mujeres, al valor de la subjetividad femenina y la discusión siempre viva sobre temas de identidad.

Partimos ante todo de varios principios. Primero, el de emancipar al hombre de la mujer. La diferencia de género sigue siendo vista como una ventaja a favor de los hombres y como un obstáculo que se debe superar, en vez de tomarse como riqueza y valor de una verdadera democracia entre los sexos. Segundo, el de redefinir los valores de igualdad y equidad nacidos de aquello que los hombres han pensado que es bueno y mejor para las mujeres. Tercero, del principio de que la democracia, y la paridad de deberes, derechos y oportunidades deben comenzar por la familia. Cuarto, de que la educación es incompleta si  no educa a los ciudadanos y a las ciudadanas en la dignidad y riqueza de ser diferentes.  Quinto, de que la tolerancia y el respeto de las diferencias y de la diversidad son los valores fundamentales para alcanzar la igualdad y equidad de género. Sexto, de que la democracia y la libertad son los fundamentos esenciales para lograr los objetivos primordiales de la agenda feminista: la participación paritaria y en igualdad de condiciones en la formulación del tipo de sociedad y nación que queremos y necesitamos; y séptimo, que la violencia como herramienta, visión y mentalidad constitutivas del poder y la dominación de las mujeres por los hombres, es una cultura ajena a cualquier agenda feminista auténtica y a una sociedad fundada en los valores de equidad e igualdad entre los géneros.

La Plataforma Femenina Nuevo País potenciará  la creación de una sólida organización femenina que defina y defienda los derechos e intereses de las mujer desde la mujeres, y compartiendo con los hombres nuestra visión. Nadie mejor que nosotras está en condiciones de plantear, sin tutelas externas, cuáles son y cómo canalizar aquellos valores, códigos, objetivos e intereses que expresarían nuestras inquietudes, peculiaridades y posibilidades de participación social, económica y política. Para nosotras tiene un valor fundamental no emular a los hombres ni estandarizar nuestros parámetros a los masculinos. Por eso valorizamos con vigor  la  manera que tenemos las mujeres feministas de trabajar en la sociedad: reunir y no marginar; trabajar para construir y dar vida; cuidar lo que está creado y mediar en los conflictos.

Por eso, parte de nuestra labor estará encaminada a suavizar y eliminar la crueldad propia al ejercicio de un tipo de poder, en el que desafortunadamente están implicadas muchas mujeres en Cuba, tratando de introducir un nuevo lenguaje y comunicación sociales que elimine la machicización de sociedad.

 La sociedad y nación a las que aspiramos depende en mucho de la capacidad que despleguemos para hacer valer una agenda feminista que cuenta con raíces en la historia, cultura y tradición cubanas, y que puede y necesita nutrirse del debate y los alcances del movimiento feminista mundial.

 Contrariamente a como habría dicho José Martí, la mujer auténticamente emancipada, que afirma con originalidad y radicalidad la libertad,  no es la sonrisa necesaria a la gloria de los hombres, sino la que trabaja junto, no contra ellos, en la edificación de una sociedad moderna, equilibrada y equitativa, concebida como un lugar para todos.

Coordinadoras Plataforma Femenina Nuevo País

La Habana, 19 de marzo de 2013

Yasnay Lozada Castañeda                                                     Marta Tamayo González

Eroisis González Suarez                                                        Dailen Rojas Pérez

Gloria Llopis Prendes

FLAMUR y Plataforma Femenina Nuevo País


El pasado 17 de abril se realizó un encuentro con miembros de la Flamur en casa de María López, en Centro Habana, una de sus directivos.

El encuentro trató sobre dos temas específicos:  la participación de este proyecto en el Foro Nuevo País, aportando nuevos activistas para la recogida de propuestas ciudadanas en diversas comunidades del país, y sobre los aportes que la Flamur puede hacer a favor del Proyecto Violencia Cero que coordina la Plataforma Femenina Nuevo País.

Participaron 10 personas, integrantes de Flamur y dos coordinadores de la Plataforma Nuevo País.

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Mesa Coordinadora

Plataforma Nuevo País 

Miembros del Ejecutivo Nacional de Plataforma Femenina Nuevo País se reúnen en La Habana


plataforma femeninaLos movimientos femeninos en Cuba continúan diversificándose y enriqueciéndose, hace solo unos días se dio a conocer la creación de La Plataforma Femenina Nuevo País, que en estos momentos trabaja arduamente en la ampliación de su base social por toda la isla.

Esta plataforma de reciente creación tiene entre sus objetivos principales los de re empoderar a la mujer cubana desde la óptica femenina y brindarles herramientas que le permitan ocupar su lugar en la sociedad mediante talleres y debates que se realizaran a todo lo largo y ancho de las mayores de las Antillas.

En el día de ayer 1ro de abril 2013  se reunieron en Ciudad Habana miembros del ejecutivo nacional de dicha plataforma; en el encuentro se debatieron y perfilaron temas de interés para la floreciente organización, tomando acuerdos que les serán de mucha ayuda para futuros empeños.

Es válido destacar que durante el encuentro se mantuvo comunicación vía telefónica con otras miembros del ejecutivo nacional como fue el caso de Martha Adela Tamayo González. Las mujeres cubanas en una muestra de valentía y dignidad continúan levantando sus voces para dejar bien en claro su disposición a luchar por la democracia y la libertad en Cuba.

PARTICIPANTES:

ELIZABET URQUIOLA

GLORIA LLOPIS PRENDES.

EROISIS GONZALEZ SUAREZ.

 

FIRMADO:

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